Según explica “La Leyenda Áurea”, recogida por el obispo Jacobus de Voragine, los habitantes de Silene, en Libia, vivían atemorizados por un dragón que habitaba en una cueva junto a un lago, a las afueras del reino. El dragón no solo escupía fuego, sino que llevaba la enfermedad y la destrucción a cualquier lugar.
Para evitar que se acercara a la ciudad, sus habitantes habían comenzado a alimentarlo con ovejas, pero al quedarse sin corderos tuvieron que entregar a sus propios descendientes, a los que elegían por sorteo. Un día quiso el azar que fuese la hija del rey la doncella elegida. Por lo que el rey ofreció al pueblo la mitad de su reino si perdonaban la vida de la princesa.
La población se negó y la joven tomó el camino hacia el lago para entregarse a su fatal destino. Pero quiso la providencia que pasara por allí un caballero cristiano que regresaba de la batalla y que, al ver a la princesa, se ofreció a protegerla. Montado en su caballo blanco, mató a la criatura con su lanza.
El rey estaba tan agradecido que le ofreció tesoros como recompensa por salvar la vida de su hija. Pero San Jorge los rechazó y en su lugar se los dio a los pobres. La gente de la ciudad estaba tan asombrada de lo que habían presenciado que se convirtieron al cristianismo y fueron bautizados.
Orígenes del día de San Jorge
Hay dos versiones principales de la leyenda, una griega y una latina. La versión griega se fundamenta en algunos registros escritos, pero los historiadores parecen coincidir en que Georgios existió y que nació en Capadocia entre el 275 y el 281.
De ascendencia griega, fue hijo de Geroncio y de Policronia, quienes lo educaron en la fe cristiana. Al morir su padre se fue a vivir con su madre a Lydda, en Siria. De personalidad carismática, destacó en la carrera militar desde muy joven por lo que llegó a ser miembro de la Guardia Pretoriana del emperador Diocleciano. Según esta tradición fue perseguido por el Dadianus -conocido por el sobrenombre de “drakon” (serpiente)- que gobernaba la región de Bitinia en aquella época.
Georgios se había enfrentado a este poderoso “rey-dragón”, opresor de la fe cristiana y habría muerto decapitado ante la muralla de la ciudad de Nicomedia, en la provincia romana de Bitinia, un 23 de abril del año 303. En las versiones posteriores el nombre de Dadianus acabó sustituido por el del emperador romano Diocleciano.
En la versión latina Diocleciano se conviertió en Daciano, emperador de los persas, y Georgios vivió y murió en Melitene, en Capadocia. Esta tradición explica que el martirio de San Jorge consistió en más de veinte torturas separadas que se prolongaron durante siete años. A lo largo de su martirio miles de paganos se convirtieron al cristianismo.
Interpretación de la Leyenda del Dragón y San Jorge
En las primeras versiones, San Jorge representa el coraje de aquel que enfrenta la adversidad para defender a los inocentes, el triunfo del bien sobre el mal a través del valor. Por lo que acabó convirtiéndose en el patrón de diferentes países, además del santo reverenciado por los exploradores, los armeros, los granjeros y los pastores. En la Leyenda Áurea, la muerte del dragón simboliza la derrota del mal por el fuerzas del bien y la conversión de los paganos al cristianismo.
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Los datos históricos indican que la veneración generalizada al santo soldado se inició en el siglo V en Lydda extendiéndose a Occidente, donde San Jorge se había convertido en un santo muy popular y en un gran protector ante las adversidades y la enfermedad. El dragón entró en la leyenda en la Edad Media, cuando el mito de San Jorge matando al dragón originó historias acerca de su coraje y valentía traídas por los cruzados que lo habían convertido en su protector y mecenas y lo invocaban en sus batallas contra los infieles. Los ingleses siguieron invocándolo en la Guerra de los Cien Años y aún hoy en día el grito de batalla de las tropas portuguesas es “São Jorge”.
¿Dónde se celebra Sant Jordi?
Saint George es el santo patrón de Inglaterra, por eso la bandera del país lleva el emblema de San Jorge y la flor nacional es la rosa roja. También es el santo patrón, entre otros, de Etiopia, Georgia, Malta, Portugal, Rumania y de Aragón. Sant Jordi es también el patrón de Cataluña, donde una variación de la leyenda tradicional sitúa la historia en Montblanc, una población de la provincia de Tarragona.
En el calendario romano la fiesta de San Jorge se celebra el 23 de abril. La Iglesia ortodoxa de Rusia también celebra su fiesta el mismo día. Sin embargo, en Bulgaria, Serbia y Bosnia Herzegovina se celebra el 6 de mayo. La iglesia copta egipcia conmemora su martirio el 1 de mayo mientras que las iglesias católicas de la India lo hacen el 7 de mayo.
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Símbolos característicos de la Historia de San Jorge
Fue la Orden de los Templarios la que adoptó la Cruz de San Jorge (una cruz roja sobre fondo blanco) como símbolo. Esta cruz está presente en la bandera de Inglaterra y en la de Aragón, donde se la conoce como la Cruz de Alcoraz. En Cataluña también aparece estampada en la bandera de Barcelona y en algunas banderas locales.
En Catalunya, el 23 de abril es un día muy celebrado en el que la tradición indica que para Sant Jordi “una rosa y un libro”. Donde la rosa simboliza el amor y el libro la cultura. La tradición de regalar rosas se remonta al siglo XV pero se ha mantenido viva hasta la actualidad, convirtiéndose en un símbolo.
Oración a San Jorge
Divino San Jorge, en esta ocasión te pido paz, entereza y verdad, concédeme tranquilidad para no elegir con rapidez, paz para hacerlo sin culpa o estrés y verdad para elegir bien entre el bien y el mal. Hazme tu servidor/a fiel y conviérteme en ti. Amén.
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